Centro Histórico de Cochabamba: La construcción de la Plaza de Armas 14 de Septiembre (1ra. parte)

Históricamente la plaza corresponde  a  la formulación  urbanística de un espacio público, donde se concentran las actividades  sociales, religiosas, políticas y de intercambio como el mercado y otras que corresponden a la vida rutinaria de una población. Esta concepción se inicia en la estructura básica de la polis griega, que adopta para este espacio un  ámbito regular, cuadrilátero  o irregular sin forma aparente, normalmente rodeado de edificaciones  públicas o privadas que configuran espacialmente a este  “territorio común”.

Por su origen en la civilización greco romana se le  asigna una paternidad  adoptada de la  experiencia del mundo occidental , que evoluciona  constantemente  en Europa durante la fase de la formación del burgo medieval, la ciudad renacentista,  que  sin establecer una tipología única ni formalmente estricta,  inspira  las bases conceptuales para la formación de la nuevas ciudades hispanoamericanas.

En este “nuevo modelo“ se establece el concepto de origen o centro del poblado, que  generalmente  asume  la forma del damero cuadrangular, donde la plaza es el espacio protagónico y por lo tanto contiene los símbolos del poder  político, social  e ideológico traducidos en los monumentos  en su interior  y en edificios que la rodean, como el gobierno civil, municipal, religioso, la cárcel y otros.

Con estas  fundamentos se organizan las ciudades o poblados coloniales, incorporando  la plaza como referencia  básica  para su creación; por tal razón allí se procede con el acto fundacional, en el rollo símbolo del poder y justicia real hispana y en este contexto se la denomina como la “Plaza de Armas” o “Plaza Mayor “ por su jerarquía frente a otros espacios menores.

La  Plaza  de Armas de Cochabamba

Aunque es todavía materia  de discusión la precisión histórica sobre  cuál  fue el sitio para la primera fundación  entre la proximidades de la plaza San Sebastián y la zona próxima a Incacollo, se tiene conocimiento comprobado  que la actual ubicación de la plaza, corresponde sin duda a la segunda fundación de Barba de Padilla en 1574, inspirado en el mismo modelo que habría  tomado de la traza que utilizó Osorio en la primera fundación de 1571, según se establece en el  contenido  documentado del  “juicio de los dos solares”,  que interpuso Osorio  a las  autoridades en esta época de fundación, anotando que sólo se modificó la  ubicación de la Iglesia Mayor, que en el trazo original  estaba en el frente Este.

Realizada la  segundad fundación, se trazaron y  alinearon las calles a partir de esta plaza cuadrilateral por Damián de La Bandera, para la posterior repartición de solares realizada por Hinojosa a los primeros habitantes.

La Plaza Mayor, inicialmente fue un espacio raso y llano,  a la usanza de las plazas castellanas. Se conoce que estaba  atravesada diagonalmente  de una acequia, que corría desde la esquina noreste, cerca del solar donde se edificó la Iglesia de San Agustín hasta la zona central.

No se conocen mayores detalles sobre  su conformación, sino aquella que de manera tardía, afines de la época colonial, realiza en 1788 el Gobernador e Intendente de la Provincia de Santa Cruz Francisco de  Viedma, al virrey Arredondo,  con sede en Buenos Aires.

Luego no se conoce sobre la ubicación de los símbolos de poder como el rollo y sólo existen referencias que Viedma ocupaba el edificio de la esquina Noroeste, donde actualmente se ubica la municipalidad.

Desde fines del siglo XIX,  ya en el periodo republicano se inició una fase de modernización, modificando la imagen colonial de viviendas de uno y dos pisos con balcón por otra  con arquería en los cuatro frentes y fachadas de inspiración neoclásica, que fueron ordenadas desde el municipio en 1863, aunque su complimiento fue largo y dificultoso, aún el de la Catedral, que recién fue finalizado en la tercera década del siglo XX.

Durante la República

No resulta casual que la primera obra urbana  republicana es la remodelación de la Plaza 14 de Septiembre realizada en la administración de Santa Cruz en 1838, no se constituye la materialización de un espacio clave donde la clase hacendal emergente plasmó su concepción de lo urbano y desplegó sus propios valores ideológicos. Lejos de ello, la reconstrucción de las cuatro  elevaciones de la plaza, tomaron como modelo un ejemplo inspirado en las plazas coloniales de Oruro y de la extinta Charcas, reproduciendo en el nivel inferior de las citadas elevaciones un ritmo unitario de arcadas sobre columnas dóricas y jónicas, en tanto el cuerpo superior de las edificaciones se remataron con frontones y áticos.

La que durante la Colonia fuera denominada Plaza Mayor Real Don Carlos III (hoy Plaza 14 de Septiembre) se transformó a fines del siglo XIX, con la implementación de un trazo  geométrico de áreas verdes, que le valió la denominación de “Parque el 14 de Septiembre” como homenaje a los héroes de la independencia de 1810.

La Plaza de Armas  colonial de cochabambina, era austera, su entorno poco relevante. Un cronista evocaba de la siguiente manera: “Aspecto por demás triste presentaba la Plaza Mayor de Cochabamba, allá en los primeros años de nuestra vida independiente con sus casitas coloniales, los gigantescos sauces de Castilla que se hallaban a los lados, el piso natural y lo demás que distingue la vida sencilla patriarcal de entonces” (El Imparcial nº 1809, 20/o7/ 1937). Su jerarquía y su sentido de espacio de poder le proporcionaban su escala monumental en relación a la modesta Villa rematada por la señorial fuente, a cuya ejecución  contribuyó el Rey Carlos V. Lo que hicieron los patricios notables, fue reforzar su jerarquía para remarcar su sentido de asiento de poder, ahora republicano.

Complementa esta modernización, la edificación del Kiosco en 1895 y la fuente Monumental en 1896, sustentada  con la participación de la comunidad,  dirigida por patricios cochabambinos como Simón López, Venancio Jiménez,  Juan de la Cruz Torres y otros que actuaron como benefactores de estas obras.

Asimismo estuvo allí desde 1904  hasta la década de los años 1960, la estatua  a Cobija, actualmente  ubicada en la plaza del mismo nombre.

Algo que es interesante de mencionar es la característica aporticada de la plaza principal, que por Ordenanza del Concejo Municipal de diciembre de 1863 se instruía la construcción de galerías  “a la manera de las que ya existen” en las casas situadas en la plaza principal y  “en la vereda de la Iglesia Catedral por cuenta de la misma”; esta medida pese al  plazo otorgado de dos años no fue acatada  y tras larga resistencia recién en 1879  algunos propietarios comienzan a dar cumplimiento, en tanto que la Catedral entre 1920 a 1930 , en conmemoración al “Centenario de la Independencia “ realiza la obra de la fachada aporticada, con bloques de cemento, de estilo “ecléctico “ pues asume formas de múltiple inspiración neoclásica para ejecutar la “descubierta “ fachada lateral que daba a la Plaza 14 de Septiembre.

En realidad la ejecución de las primeras galerías se iniciaron durante el gobierno del Gral. José Ballivián, con la construcción de la casa de Gobierno, completándose con arcadas casi todo el frente de la acera Norte o principal, solución que pareció inspirar luego el tratamiento que se dio a las aceras restantes, de acuerdo a lo dispuesto en 1838 durante el gobierno de Santa Cruz. Sin embargo, la ejecución de las galería fue muy lenta y se vio dificultada por la oposición de muchos propietarios, ello obligó a la Ordenanza del 17 de diciembre de 1863 que prescribía “que todos los propietarios de las casas en la Plaza Principal construirán galerías en el término de 2 años, so pena de ser vendidas para que el rematador haga la construcción”. Tal determinación permitió completar los demás frentes quedando pendiente la Sud, una vez que el Cabildo Eclesiástico se declaró incapacitado para ejecutar las galerías restantes, por lo cual se tuvo que acudir al poder central y al Congreso para financiar la obra, por lo que recién a fines de la década de 1860 se completaron las galerías y los arcos, tal como existen actualmente (El Imparcial).

Desde entonces la ciudad de Cochabamba se constituye en el único centro urbano del país con una plaza con los cuatro frentes aporticados, condición que además de integrar bajo un mismo lenguaje  urbano la Catedral y la Plaza, denota en conjunto el alto valor  de la imagen histórica  tradicional de su centro urbano.

Encuentra esta nota y otras más en la colección de 12 revistas: «AHORA Historias y Leyendas de Cochabamba»