Sunday, August 04,2019

Suipacha, la primera gloria

Suipacha fue el episodio bélico que desencadenó la primera oleada masiva de adhesión cívica al movimiento patriota en este lado de la América. Fue el primer triunfo de los ejércitos rebeldes en las guerras de independencia que protagonizaron las fuerzas de lo que hoy conocemos como Argentina y Bolivia. En esta contienda participaron jujeños, salteños, tarijeños, cinteños y chicheños, por lo cual se constituye en un hito identitario que entrelaza, hoy en día, a ambas naciones evocando las conjuntas glorias decimonónicas.

Este suceso tuvo lugar a 25 km de Tupiza (Potosí), a orillas del río San Juan del Oro, actual territorio de la Nación Chichas (provincia de Sud Chichas), el 7 de noviembre de 1810, cuando el Ejército Expedicionario del Alto Perú (Ejército del Norte) enviado por la Primera Junta de Buenos Aires se enfrentó a las fuerzas realistas.

Contextualmente, se le debe situar como consecuencia del movimiento revolucionario de Mayo justo después de la destitución del Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y la constitución de la Primera Junta conformada por el potosino Cornelio Saavedra, Juan José Castelli, Manuel Belgrano y Mariano Moreno. Este organismo se encargó de levantar un ejército cuyo objetivo era eliminar el movimiento contrarrevolucionario de Santiago de Liniers en Córdoba.

En julio de 1810 este ejército, formado por diez compañías, formadas por Húsares, Dragones y Blandengues, emprende viaje rumbo a Córdoba y luego al Alto Perú. Derrotados los contrarrevolucionarios y fusilado Liniers el 26 de agosto, asume el mando del Ejército Expedicionario al Alto Perú el Mayor General Antonio González Balcarce reemplazando al Coronel Francisco Ortiz de Campos, quien se había negado a fusilar a Liniers, su excompañero de armas. En su marcha hacia los territorios altoperuanos se fueron uniendo varios contingentes de tropa, como los Patricios de Santiago del Estero al mando de Juan Francisco Borges, aquellas aportadas en Salta por Martin Miguel de Güemes o la caballería chicheña al mando del tupiceño Pedro Arraya, entre otras.

Las acciones

El primer hecho bélico fue el de Cotagaita el 27 de octubre y tuvo una duración de cuatro horas. En ella se enfrentaron 800 individuos de la tropa revolucionaria, con 4 piezas de artillería, contra 2000 realistas, con mismo número de bocas de fuego. Los realistas sostenían una posición estratégicamente fuerte, de difícil acceso, por encontrarse flanqueada por cerros y curso de agua.

La infantería del ejército expedicionario atacó frontalmente en tres columnas cruzando el río, bajo el fuego de la artillería realista. Al cabo del tiempo mencionado fueron rechazados por los realistas, por lo que emprendieron una retirada estratégica hacia Tupiza. Las bajas fueron escasas en ambos bandos.

Al llegar al pueblo de Suipacha, Balcarce cruza el río hacia el caserío de Nazareno donde se incorporan 100 soldados y dos piezas de artillería. Esto da lugar a que se posicione en la ribera.

Recién el 5 de noviembre, las fuerzas realistas comenzaron la marcha hacia Tupiza, al mando del Gral. Vicente Nieto con tropas armadas con artilleros de Cuzco, fusileros de Oruro y algunos de La Paz, entre los cuales figuraban los Granaderos provenientes de Chuquisaca.

El 7 de noviembre la vanguardia realista hizo contacto visual con las tropas del General Antonio González Balcarce; no adivinando que este había ocultado gran parte de su infantería y artillería entre los cerros y quebradas vecinas. Situados frente a frente sin atacarse hasta las tres de la tarde, González Balcarce forzó a los realistas, al mando del General Córdoba, a tomar una decisión apresurada, para ello envió a 200 hombres a que se adelantaran sobre la playa del río y con dos cañones abrió fuego. Esto definitivamente dio lugar al enfrentamiento. Los infantes rebeldes fingidamente emprendieron una vertiginosa retirada conduciendo a sus enemigos hacia la quebrada de Choroya.

Córdoba, dio la orden de perseguirlos con todas sus tropas hasta el lugar preparado para la hábil maniobra. Allí las fuerzas realistas se toparon con el contraataque rebelde y en media hora de combate quedaron dispersos dejando en el campo sus pertrechos, lo cuales fueron tomados como botín de guerra. Como resultado hubo 40 muertos y 150 prisioneros del bando realista y un solo muerto y algunos heridos de los 700 infantes, 150 de caballería y 4 piezas de artillería que tenían los rebeldes.

Consecuencias

Suipacha fue el primer triunfo de armas de la Revolución de Mayo. Esta victoria generó la euforia de las comunidades circundantes y una mayor adhesión a la causa de Mayo, aumentando el caudal de tropa a las fuerzas revolucionarias.

Los jefes realistas del Alto Perú, no solo perdieron la batalla, sino la iniciativa. Prueba de ello fue el pronunciamiento de las cuatro provincias del Alto Perú a favor de la libertad e independencia del yugo colonial. En primera instancia Suipacha daría lugar a la revolución del 10 de noviembre de 1810 en la ciudad de Potosí.