La próstata es una glándula sexual del hombre encargada de aportar su secreción al líquido seminal, es del tamaño de una nuez, se encuentra debajo de la vejiga urinaria, rodeando a la uretra, detrás del pubis y delante del recto.
El Cáncer de próstata se caracteriza, por la transformación de sus células normales a cancerosas y extenderse las mismas, de no recibir tratamiento oportuno, a otras áreas del cuerpo; en general, evoluciona de forma lenta, aun cuando su causa exacta es desconocida; se identificaron factores de riesgo que están relacionados con la aparición de la enfermedad como: la edad (más frecuente después de los 65 años), antecedentes familiares, raza negra, obesidad, dietas ricas en grasas de origen animal.
Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse. En fases iniciales, cuando el tumor está limitado a la próstata, puede ser asintomático o acompañarse de síntomas obstructivos leves fácilmente atribuibles a un crecimiento prostático benigno; en la enfermedad avanzada pueden debutar por Compresión Medular (Columna), dolor óseo, obstrucción urinaria y rectal.
Una vez diagnosticado a través de una biopsia, se realiza la estatificación, posteriormente se debe individualizar a cada paciente, plantear alternativas de tratamiento, informando los riesgos y beneficios de cada uno de ellos, debiendo el paciente tomar la decisión final.
Se denomina screening o tamizaje, a la detección presintomática del cáncer de próstata (CaP) en pacientes que de otra manera no hubieran tenido ningún motivo para realizar una consulta médica. Desde la introducción de los estudios de detección temprana (screening) del cáncer de próstata, mediante el uso del PSA a fines de los años 80, se ha producido un aumento de la incidencia del 70% y una reducción en la mortalidad cercana al 40% para el 2008, relativa a las cifras de 1990 en los Estados Unidos.
También se ha observado una disminución del 75% de las metástasis (se indica así, cuando el cáncer va a otros órganos) al momento del diagnóstico.
Sin embargo, los estudios han fallado al tratar de relacionar la detección sistemática temprana por el uso del PSA y la reducción de la mortalidad. Más aún, estos resultados no se han podido extrapolar a otros países, por lo cual se recomienda prudencia en su evaluación.
La intención de limitar el tamizaje poblacional masivo, oportunista e individualizado, no es eliminarlo, sino disminuir los riesgos de su uso. El objetivo del Tamizaje debe ser reducir las complicaciones derivadas de la progresión del cáncer (calidad de vida) y reducir la mortalidad por cáncer.
Los principales instrumentos para el diagnóstico precoz o tamizaje se basan en el empleo del PSA y el tacto rectal (TR).
El diagnóstico definitivo se basa en la presencia de un adenocarcinoma en muestras de biopsias de próstata o en piezas quirúrgicas. Como métodos que contribuyen a la obtención de las muestras para la biopsia, se encuentran la guía ecografía transrectal.
La detección temprana del cáncer de próstata mediante el examen urológico (TR) y análisis de PSA conlleva el beneficio de poder realizar un tratamiento también temprano y potencialmente curativo, pero la secuencia diagnóstica, con biopsia prostática para certificar el diagnóstico y las terapéuticas subsiguientes (prostatectomía radical, radioterapia externa, braquiterapia), conllevan riesgos y eventualmente secuelas que podrían afectar la calidad de vida. Los riesgos son tanto psíquicos como físicos: La ansiedad por el posible resultado del PSA, las complicaciones de la biopsia y las secuelas prevalentes y permanentes de la prostatectomía radical o de la radioterapia.
Realizar el control cada 2 años en lugar de anual, reduce los falsos positivos y los riesgos de sobrediagnóstico y sobretratamiento, conservando los beneficios de la detección temprana, en determinados grupos de pacientes.
Se considera que con un PSA de 1 o menos de 1 ng/ml en los pacientes jóvenes y de 3 o menos de 3 ng/ml en los pacientes mayores de 70 años, los mismos pueden ser controlados cada 2 años.
De acuerdo a ensayos en Europa y Estados Unidos se sugiere el Tamizaje de la siguiente forma:
- No se recomienda la detección en los pacientes asintomáticos, menores de 50 años de edad, sin antecedentes familiares, por considerar que los riesgos superan a los beneficios, aunque existen evidencias de que obtener un PSA basal a una edad más temprana tiene un alto valor predictivo en el futuro.
- Todos los pacientes SINTOMÁTICOS deben ser estudiados (individualizándolos entre 6 meses y dos años)
- Pacientes asintomáticos que concurran a la consulta solicitando ser estudiados, de 40 a 49 años y pacientes con antecedentes familiares de cáncer de próstata (padre, abuelo, hermanos, etc.)
- Pacientes de 50 a 75 años y los mayores de 75 años, sin comorbilidades significativas, que limiten su expectativa de vida, deben ser informados por el especialista sobre los riesgos y beneficios de realizar estudios de detección temprana del cáncer de próstata, con la finalidad de poder tomar una decisión compartida e informada médico-paciente.