“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6)
Por: Miguel Ángel Martínez Villarroel
A partir de estas definiciones, algunas preguntas que nos podemos hacer, son: ¿cuál es la disciplina efectiva? y ¿cuál será el método efectivo para enseñar a los niños comportamientos aceptables, y que con este, puedan tomar buenas decisiones, prudentes y acertadas?
En primera instancia, debemos reconocer, que la disciplina es un medio y no un fin. El fin es la educación, educar es enseñar y lo que todo padre o madre quiere, a fin de cuentas, es que sus hijos sean felices. Para ello, se debe afrontar el hecho de que la mayoría de las cosas que suceden en la vida, buenas o malas, son consecuencia de lo que hicimos o de lo que hemos dejado de hacer.
Entonces, ¿cuál será el objetivo que puedo plantearme como padre o madre? La meta será, que mis hijos sean personas aptas para vivir, de manera autónoma y constructiva, para ellos mismos y para quienes los rodean.
Por otro lado, los valores, son una base firme sobre la cual los niños deben crecer, ya que son referencias fundamentales, profundamente arraigadas, que sirven para jerarquizar la vida, tomar decisiones y evaluar nuestras conductas y las de los demás en diversos grados de aceptación o rechazo.
Por esto mismo, la disciplina representa un medio para que los valores puedan ser enseñados y aprendidos. Un niño con valores espirituales, será un niño seguro de sí mismo porque ha aprendido a sujetarse a la autoridad que sus padres tienen sobre él a través del ejemplo que mostramos a nuestros hijos. Asimismo, es bueno enseñarles habilidades como ponerles metas, tomar decisiones, resolver conflictos, trabajar y jugar con otros niños, organizar tareas y administrar el tiempo. Acciones como estas, son importantes para lograr la educación de los niños.
Es así que la disciplina en los niños, tendrá que estar enmarcada en un ambiente de amor y comprensión sabiendo que nosotros también fuimos en un determinado tiempo, niños y como tales nos equivocamos alguna vez.